De sexo se habla y se escribe mucho, mas de lo que se practica.
Esto no es una guía para practicar mas, pero puede ser que mis experiencias
te hagan sonreír, sonrojar o te ayuden a conocer mas sobre el tema, buscarle
nuevos puntos de vista, o aprender juntos sobre sexo, erotismo y placer.

sábado, 29 de enero de 2011

Museos del Sexo (II)


Hoy voy a continuar recorriendo el mundo, visitando mas Museos del Sexo...

Museo de Máquinas Sexuales de Praga
Esta hermosa ciudad, capital de República Checa, llena de cultura e historia, alberga entre tantos interesantes museos, uno que debe mencionarse en este blog: Sex Machines Museum.
Praga, también conocida como La Ciudad Dorada o La Ciudad de las Cien Torres, tras esa imagen de cuento de hadas que evoca su ambiente medieval, guarda un lugar que recoge artilugios relacionados con la sexualidad humana.
El museo cuenta con una infinidad de artefactos creados con la finalidad de producir placer y colaborar con la realización de posturas inusuales durante el coito, como indica la presentación del inicio de su página web.
La muestra ocupa un edificio de tres plantas, con salas no muy grandes, donde se distribuyen unos 200 objetos, algunos mecánicos que funcionaban con la ayuda de manivelas, como un vibrador del año 1910, una colección de vaginas artificiales y otra de penes con varios tipos de piercing, una galería de arte erótico, lencería y corsés, cinturones de castidad y un cine con proyección de antiguas películas de la temática, entre otras, una en blanco y negro, muda, que se dice fue rodada por el abuelo del actual rey sueco.
Se expone también una casa de madera en miniatura que se instalaba en las ferias de atracciones de los pueblos. Esta casa dispone de unas ventanillas por donde se podía observar a una mujer desnuda, obviamente sólo a aquellos hombres que pagaran por ver el espectáculo.






NUEVA YORK
En la avenida mas famosa, de una de las ciudades mas famosas del mundo, Nueva York, encontramos el Museum of Sex.
En un edificio de la Quinta Avenida y su cruce con la calle 27, exactamente en el 233 de la Fifth Ave, se puede hacer un recorrido por todas las facetas del sexo a través de la historia, con objetos reales y muestras virtuales; esculturas de desnudos de la griega clásica, fotografía erótica y máquinas sexuales artesanales, ropa, disfraces, e invenciones tecnológicas, además de una biblioteca multimedia.
Bajo la supervisión de una junta de consejeros, integrada por expertos académicos en la materia, se realiza una estricta selección con el fin de evitar lo obsceno o moralmente inadecuado, y trabajando para que las exposiciones temáticas cambien periódicamente, además de que el Museo cuenta con una colección permanente de unos quince mil objetos eróticos.
Se expone, de manera seria y didáctica, todos los temas relacionados con la sexualidad humana y su evolución histórica y cómo el sexo ha influido en diferentes sociedades a través de determinados objetos.
Las exhibiciones se suceden tanto en el espacio real como en las muestras virtuales que pueden verse visitando su página web.
Como es de suponer, antes de retirarnos del museo, no podemos olvidar visitar la tienda y comprar algo para regalar o llevarnos un souvenir.



El Museo del Sexo de Amsterdam, Holanda
La red de canales de Ámsterdam es una obra arquitectónica única, testimonio de la prosperidad económica, política y cultural de una ciudad que fue uno de los epicentros comerciales del mundo y centro de los avances científicos y filosóficos.
La capital de Holanda, también es famosa por ser una defensora de la libertad sexual en todos sus aspectos, una de las ciudades más liberales del mundo. Es natural, por lo tanto, que cuente con un importante Museo del Sexo, conteniendo una amplia colección de manuscritos y libros ilustrados con una alta carga sexual, dibujos de grandes penes, escenas de sadomasoquismo, fetichismo, historias pornográficas y mucho más.
Es un museo del erotismo y la pornografía, con variedad de muestras artísticas y objetos referidos al mundo del sexo, del pasado y del presente, con un lugar dedicado al Kamasutra, pasillos decorados con figuras en diferentes posturas sexuales, una recreación de la vida en un prostíbulo o la sala dedicada al Marqués de Sade.
Venustempel, o El Templo de Venus tiene dos partes diferenciadas debido a la arquitectura del lugar. Consta de una casa principal y dos casas situadas en la parte de atrás. Una escalera une la parte delantera y trasera, en un laberinto de pasillos y salas en las que se disfruta de una curiosa colección de varias culturas y épocas.
Dentro del museo se puede acceder a cabinas donde visionar una película de entre las muchas que hay para elegir.
El Templo de Venus se encuentra instalado en un hermoso edificio del siglo XVII, en el Paseo del Damrak, que une la Estación Central con la Plaza Dam, muy céntrico, en la zona donde se concentran los principales hoteles de la ciudad, lo que lo hace uno de los museos más visitados.



Proximamente continuamos, os dejo los enlaces de cada museo para que exploreis vosotros, si pinchais en el nombre del Museo sereis dirigidos haciaa la web correspondiente, y recordad que las fotos se pueden ampliar clickeando sobre ellas.

jueves, 27 de enero de 2011

Un poco de humor (IV)

Estos no están siendo unos buenos días, el clima contribuye a la tristeza, llueve en todo el territorio español, pero sé que en algún lugar del planeta brilla el sol y que pronto llegará a estas tierras. Intento al menos arrancar alguna sonrisa...



- Paco, qué te cuento que el otro día, cuando llego a mi casa, me encuentro a mi mujer, en mi cama, con un negrazo de 2,15m.de altura y 140kg. de peso, y encima de todo, cuando me ve, el negro deja de follar con mi mujer, se viene hacia mi, pinta una raya de tiza en el suelo de la habitación y me dice: “la línea ni pisarla, tu de aquí no pasas”.
- Y tu que hiciste?
- Que voy a hacer... Ya sabes el genio que tengo cuando me enfado, que me vuelvo loco, soy un asesino, un desquiciado...
- Y qué hiciste, qué hiciste???
- Cuando el negro no miraba, pisaba la raya.

Una mujer entra a un local de mascotas. Después de mirar un poco se da cuenta de que todos los animales expuestos son carísimos y le dice al vendedor:
-Quiero comprarle una mascota a mi marido, pero... todas son muy caras y además no encuentro nada especial.
-Uhmm, si lo que quiere es algo especial, tengo una rana gigante en la bodega por solo100 euros. ¿Desea verla?
-¿100 Euros por una rana?
-Es que es una rana muy especial, hace sexo oral a los hombres...
La mujer lo piensa y decide comprarla. La lleva a la casa y le explica al marido lo que le ha dicho previamente el vendedor.
El marido, aunque con ciertas reticencias iniciales, decide probar a la ranita…
Durante esa misma noche, a las 2.00 de la madrugada, la mujer despierta el ruido de sartenes y cacerolas de la cocina.
Al ir hacia allí, encuentra a su marido y a la peculiar rana sentados a la mesa revisando libros de cocina.
-¿Qué estáis haciendo vosotros dos mirando recetas de cocina a estas horas de la madrugada?
El marido la mira y le contesta: -Si consigo que esta rana cocine... te vas a la puta calle!

miércoles, 26 de enero de 2011

Estimula tus sentidos, disfruta de tu sexualidad

Si sois de los que, cuando tenéis un momento libre en el trabajo, os dejáis llevar por la tentación de navegar por la red en busca de sitios que contribuyan con vuestro bienestar físico y mental, si sois de los que exploran para encontrar artículos de calidad que despierten o alimenten vuestra libido, os voy a recomendar una página por la que podréis incursionar sin llamar la atención de quienes os rodean y sin que os eche la bronca el jefe.
Se trata de Natur Line Sex, un SexShop que escapa a la imagen tradicional, que evita los banners agresivos, los colores estridentes y que apuesta por un diseño de tienda erótica natural.
El sexo es una parte fundamentalde nuestra vida y hay que vivirlo con naturalidad, explorando nuestro propio cuerpo y el de nuestra pareja para lograr la plenitud.
También la imaginación es un actor fundamental y en Natur Line Sex podreís encontrar desde los artículos mas comunes hasta una selección de estimulantes de los sentidos, afrodisíacos, cosmética, productos para el cuidado corporal, higiene íntima, lubricación, y no faltan los juguetes electrónicos, vibradores y todo aquello necesario para contribuir al placer.
Si te da corte visitar la sección sexología de la librería, Natur Line Sex cuenta con una pestaña dedicada a literatatura erótica y manuales de la temática.
Os dejo una serie de enlaces de algunos productos destacados.

Estos son solo unos ejemplos, visita Sex-shop tienda erótica y encontrarás mucho más.



domingo, 23 de enero de 2011

Un adios, un regreso

Todo cambia. La vida es cambio. Cuando inicié el proyecto del blog, era una persona diferente.
A pesar de que el inicio no está tan alejado en el tiempo, apenas unos meses, han cambiado muchas cosas, mi estado civil, por ejemplo.
Mi ex pareja colaboró en el diseño de la cabecera, hasta en el nombre “Sexo Oral y Escrito”, en artículos y relatos, y como él ya no comparte mi trabajo en el mismo, reclamó justamente que su contribución fuera eliminada y así lo he hecho.
Yo sigo aquí, buscando material que considere interesante para compartir con vosotros.

lunes, 17 de enero de 2011

Una mujer de ensueño - Parte II

por HOMBREconAGUANTE 
Besos después, ella se apartó y, sonriendo pícara, se arrodilló y cogió con su tibia mano el miembro de Juan manejándolo con suavidad, examinándolo con aparente curiosidad, como si buscara a través de él, el punto más débil de su dueño, la forma más eficaz y directa de tratarlo para provocarle un furor incontenible.
Procedió a descapullarlo y, para darle cobijo en su boca, separó sus labios y los fue deslizando lentamente sobre el falo hasta que quedó oculto casi en su totalidad. Al retirarlos, reapareció cubierto de una fina película de saliva, segundos antes de volver a perderse en la cálida oscuridad de aquella boca. Repitió varias veces ese movimiento, cuando, de improviso, se detuvo y liberó el pene de su dulce prisión. Juan, que por entonces tenía los ojos entornados, los abrió y buscó con ellos a su compañera de juegos, que se le había quedado mirando. Entonces, dijo: -"Por cierto, me llamo Diana"
Y con toda la naturalidad del mundo continuó con la felación al hombre, que apenas pudo mascullar un:-"Yo Juan, encantado", antes de abandonarse de nuevo a los placeres que le brindaba la, ahora menos, desconocida mujer.
Su pene permanecía ahora dentro de aquella boca magistral recibiendo las caricias de su lengua. En ocasiones, Diana se lo sacaba y lamía su tronco con exquisita lentitud. Otras veces chupaba con delicadeza el glande como si de un caramelo se tratara. Otras más, buscaba uno de los testículos a través del escroto y lo succionaba. Entre medias, hacía regresar el pene al interior de su boca, donde lo sentía palpitar, donde se encontraba totalmente a merced de esa ninfa del pecado más perverso y a la vez más benévolo.
Juan se percató de que los ratos de cama consisten no sólo en recibir, sino también en dar y, además, de que, por definición, estos tienen lugar en camas; invitó a Diana a tumbarse en ella boca arriba. A continuación, se preparó para prodigar, con talento de artesano, placer a ese cuerpo desnudo y yacente hasta llevarlo al éxtasis.
Empezó por colocarse sobre ella y besar de nuevo su boca, luego su mejilla y después la cara lateral de su cuello, que recorrió con su labio inferior desde la clavícula hasta el nacimiento de su oreja. Dejó escapar un suave y largo soplido sobre ese cuello expuesto, cuello que volvería vampiro incluso al hombre al que más fobia provocara la sangre. Al notar que a ella se le ponía la carne de gallina constató que lo estaba haciendo bien.
Tras mimar un poco más esa tersa piel fue bajando a besos por su cuerpo, pasando entre sus pechos, atravesando su vientre camino del monte de Venus. A punto de llegar al centro de la feminidad de esa mujer, cambió la trazada rodeándolo y siguió su bajada a través de una de sus piernas. Hasta entonces no había prestado atención a sus pies y descubrió que también estos se hallaban presididos por la belleza. Cogió uno entre sus manos y lo masajeó unos instantes para luego atrapar entre sus labios el pulgar y chuparlo con delicia. Pasó la lengua lentamente por las yemas de los deditos y con dulzura dio varios besos en la planta del pie. Lo posó con gentileza sobre la sábana y cogió a su hermano gemelo para dar tres besos sobre el empeine y, besando el tobillo, dar comienzo al camino de regreso pierna arriba.
Llegó a la cara interna del muslo, nuevamente directo a la entrepierna para, por segunda vez, esquivarla. Luego puso su boca en la cintura de Diana y siguió la ascensión, esta vez con la lengua, dejando tras de sí un rastro de saliva. Paró a la altura de los pechos y los palpó. Eran turgentes y suaves al tacto, con unos pezones color café. Juan se dedicó a besar el pecho derecho, a succionar su pezón, a dibujar trazos de saliva a su alrededor con la lengua, a mordisquearlo con delicadeza. A la par, su mano se posó sobre el pecho izquierdo y lo acarició. Se detuvo unos segundos cuando notó a través de él los latidos del corazón de Diana. Sonriendo, Juan volvió a la labor de besar, chupar, lamer, acariciar y magrear esos dos montes de perdición.
Decidió volver a bajar a besos por su abdomen hasta la entrepierna. Esta vez no hubo rodeo ni requiebro. Diana sintió primero el cálido aliento de Juan sobre sus genitales; a continuación, sus labios templados; más tarde, la textura húmeda de su lengua. Él abría y cerraba su boca sobre la vulva, la recorría de abajo hacia arriba con su labio inferior, chupaba uno a uno los dos labios mayores. Pasaba su lengua sobre ellos de forma lenta pero cada vez ejerciendo una presión mayor, de modo que, a cada pasada, la lengua se iba hundiendo más entre ellos, cada vez más cerca de su interior.
Diana bajó una mano hasta la cabeza de Juan, mesando sus cabellos, guiando con ella sus movimientos, dando muestras de que disfrutaba de forma indudable. Juan alzó su mirada y la descubrió masajeando uno de sus pechos con la otra mano, pellizcando su pezón. Acto seguido regresó a las andadas. Esta vez buscó el clítoris, botoncito mágico, detonador del placer, bomba del éxtasis. Lo capturó entre sus labios, lo acarició con la punta de la lengua apretó ésta contra él.
Prosiguió unos minutos con estas atenciones ante los suspiros y algún jadeo de Diana, cada vez más húmeda. Poco a poco su respiración se volvió vacilante, entrecortada, sobre todo cuando Juan acompañó a las caricias de labios y lengua la presencia de un dedo que buscaba las profundidades más íntimas de una mujer. Diana acabó llegando al punto de no retorno y , entre pequeñas convulsiones, bañó la boca de Juan con sus jugos, embriagado él ante la visión de ese cuerpo vibrante y sinuoso.
Pretendiendo que el placer no cesara, Juan colocó su miembro a la entrada de la vagina y presionando dejó que su erección acabara siendo engullida por aquella cueva hambrienta de carne y virilidad. Se inclinó sobre Diana dejando que sus cuerpos quedaran casi paralelos y empezó a marcar con sus caderas un ritmo lento pero en progresión.
Juan volvió una vez más a besarla en la boca. Colocó sobre ella uno de sus dedos que Diana chupó golosa. Ella, con su instinto de gata, arañó con suavidad la espalda de su partenaire. Juan se paró pensativo un segundo y preguntó: -"¿Tú pagaste tu cuenta de la cafetería?"
-"No", dijo ella riendo.
-"Bueno, yo pagué con 10€ una consumición de algo más de 3€, así que supongo que con ellos, tu parte está pagada. Puedes considerarte invitada"
Tras nuevas risas, continuaron la penetración con un ritmo más rápido. Él notó cómo una de las manos de Diana se deslizaba entre ambos vientres en busca del clítoris. Ella notaba el escroto de Juan golpeando sus nalgas con cada embestida. Nuevos besos; una de las manos de él atrapó uno de los senos de ella; suspiros eran arrojados al aire; ella cruzó sus piernas sobre el trasero de Juan para que la penetración se hiciera aún más profunda, casi abismal; más suspiros; jadeos; más besos. Diana irguió la cabeza para pasar con lujuria su lengua sobre la cara de su amante. Los movimientos de cadera de Juan se volvieron casi frenéticos y una corriente de energía atravesó ambos cuerpos de punta a punta mientras una cascada de fluidos salía de ellos; ella gemía con los ojos entrecerrados; él jadeaba con la boca entreabierta.
Juan se echó a un lado sobre una cama empapada de sudor y flujos, lo que le proporcionaba una sensación de humedad especialmente intensa, vívida, poderosa. Y mientras se sentía tan mojado notaba también un sonido proveniente del exterior del dormitorio, de la calle, de la lejanía; tan remoto como cautivador. Tal era la atracción que ejercía sobre él que se olvidó del resto de sensaciones y experiencias recién sucedidas.
"Bip bip bip... bip bip bip... bip bip bip". Cuando Juan abrió los ojos, entre confuso y exhausto, conmocionado y desorientado, comprobó antes de apagarlo que el despertador marcaba las 7:00 AM. Luego, desviando su mirada, observó que una polución nocturna se había filtrado a través de los pantalones del pijama, abriéndose paso hasta la sábana. Después de maldecir a Calderón de la Barca al recordar el más célebre de sus fragmentos literarios soltó un "Manda huevos". Luego, inspiró profundamente y, tras exhalar el aire, se duchó, vistió, echó pijama y sábanas a la lavadora y salió del apartamento hacia su cafetería de toda la vida.
un relato escrito por HOMBREconAGUANTE
gracias!!

viernes, 14 de enero de 2011

Un poco de humor (IV)

Una chica de 17 años va junto a su madre y le dice que hace dos meses que no tiene el periodo. La madre, preocupada, la acompaña a la farmacia y compran un test de embarazo que resulta positivo.
El padre, enfadado, pregunta a la chica quién es el padre. Después de una llamada, aparca delante de la casa una limusina, el chófer abre la portezuela y baja un hombre maduro y distinguido, de pelo entrecano, vestido elegantemente con un traje de diseño, acompañado de una mujer con maletín.
Entra en la casa, llega hasta el salón, toma asiento delante del padre, la madre y la hija y dice:
-Buenos días, vuestra hija me ha informado del problema, sin embargo no estoy en condiciones de casarme con ella, aunque me haré cargo de bebé.
A continuación la mujer que lo acompaña comienza a leer en voz alta: -Si nace niña le serán legadas tres tiendas, dos apartamentos, una villa en el mar y una cuenta con 500.000€. Si el que nace es un niño, el legado es un par de fábricas además de los 500.000€. Si son gemelos una fábrica para cada uno y 250.000€ por cabeza, pero si por cualquier razón el embarazo no llega a término...
El padre, que había estado callado todo el tiempo, se pone en pie y se dirige al distinguido caballero diciendo: - “Te la follas otra vez, compañero”.

Iniciando conversación de chat en canal #amigos...

Homo Erectus: Hola M, he estado todo el día pensando en ti.
Mimosa38: Yo también, hace mucho que no lo pasaba tan bien con nadie, quiero conocerte en persona.
Homo Erectus: A mí también me gustaría, pero los dos estamos casados, va a ser difícil quedar.
Mimosa38: Lo digo en serio, tienes que hacer algo. Creo que estoy enamorada de ti. ¿Y tú?
Homo Erectus: Creo que también.
Mimosa38: Quiero quedar contigo. ¿Puedes sobre las 18:00hs?
Homo Erectus: A esa hora estoy trabajando.
Mimosa38: ¿No puedes salir alegando motivos personales?
Homo Erectus: Soy administrativo. Como mucho me dejan salir al baño.
Mimosa38: Ja ja ja, pues dices que te sientes indispuesto.
Homo Erectus: No, no puedo, tiene que ser sobre las 20:00 hs. que salgo de trabajar.
Mimosa38: A esa hora llega mi marido y ya no puedo.
Homo Erectus: Dile que vas a visitar a una amiga o que te vas de compras.
Mimosa38: Dime qué me harías si quedamos.
Homo Erectus: Tengo tantas ganas de tu personita que te comería entera...
Mimosa38: Mmmmmm. Me gusta. Te deseo tanto...
Homo Erectus: Desde que te conocí hace unos días no pienso en otra cosa que en tenerte entre mis brazos y... hacerte...
Mimosa38: Hacerme qué?
Homo Erectus: ¡El amor!!
Mimosa38: Ja ja ja, lo estoy deseando.
Homo Erectus: Y yo.
Mimosa38: Por favor, escápate y quedamos a las 18:00hs.
Homo Erectus: No puedo. A las 20:00hs.
Mimosa38: ¿Y qué hago con los niños?
Homo Erectus: ¿Cuántos tienes?
Mimosa38: Tengo dos.
Homo Erectus: Igual que yo. Déjaselos a tu marido.
Mimosa38: Ja ja ja, hay que bañarlos y darles la cena y esas cosas...
Homo Erectus: ¿Qué años tienen?
Mimosa38: 5 y 2.
Homo Erectus: Ja ja ja, igual que los míos.
Mimosa38: Es que somos almas gemelas.
Homo Erectus: Por eso mismo tenemos que vernos, no podemos escapar al destino.
Mimosa38: Sería muy triste no conocernos.
Homo Erectus : Moriríamos de amor como Romeo y Julieta.
Mimosa38: ¿En qué parte de Madrid vives?
Homo Erectus: En Getafe.
Mimosa38: Eh, yo también, somos vecinos.
Homo Erectus: Ahora ya queda totalmente claro que somos almas gemelas. Tenemos que fundir nuestras almas y nuestros cuerpos.
Mimosa38: Jo, claro que tenemos que hacerlo. Trataré de que mi marido se quede con los niños, aunque Pedrito, el pequeño, está un poco constipado.
Homo Erectus: ¿Pedrito? Se llama igual que el mío. El otro se llama Javier.
Mimosa38: ¡Anda!! ¡Qué casualidad! El mío mayor también se llama Javier.
Homo Erectus : ¿María...?
Mimosa38: ¿Alberto...?

Abandonando el canal de chat #amigos...
Desconectando...

jueves, 13 de enero de 2011

Parques y museos del sexo

Los museos del sexo son conocidos desde hace años, los hay con cierta fama en algunas grandes capitales del mundo, pero la construcción de parques temáticos sexuales, con la finalidad de provocar la interacción de los visitantes, dan un paso mas allá de la tarea que realizaban aquellos, la simple contemplación de un grupo de objetos.

En Corea del Sur, en la isla de Jeju, se encuentra Love Land o Jeju Loveland, que permanece abierto desde 2004. Esta isla también es conocida como la “Isla de la Luna de Miel”, porque es uno de los destinos preferidos para que las parejas realicen el viaje de bodas.
Los creadores del parque pensaron que con la construcción del mismo contribuían a incitar al sexo de los nóveles cónyuges, en un país en donde aún se encuentran numerosos casos de matrimonios de conveniencia, arreglados por las familias.
Está catalogado como parque temático, pero en realidad es una gran exposición al aire libre de esculturas enormes de genitales y parejas en diferentes posturas sexuales, una especie de representación en tamaño maxi del Kama Sutra, con estatuas muy realistas que por la noche se iluminan para lograr efectos aún más excitantes.
También cuenta con recintos adaptados para las proyecciones de vídeos de educación sexual y dispositivos interactivos para los visitantes.
La edad mínima para ingresar es de 18 años, pero cuentan con guardería para dejar a los niños mientras los adultos visitan el parque.




En la ciudad de Chongqing, en el centro de China, se comenzó a construir un parque temático dedicado al sexo, que incluía réplicas gigantes de genitales, estatuas de parejas desnudas practicando el acto sexual y exposiciones didácticas en torno a este tema.
Varios meses antes de la fecha prevista para su apertura, Love Land fue derrumbado, y el objetivo que tenía nunca llegó a concretarse; educar a los visitantes y ayudar a los adultos a disfrutar una vida sexual armoniosa, con talleres sobre técnicas sexuales, una compilación sobre la historia del sexo en China y otros países y el uso adecuado de métodos anticonceptivos, asesoramiento sobre medidas de lucha contra el sida y el uso correcto de los condones, en fin, mejorar la educación sexual.
Las causas de la clausura, al parecer, fueron las numerosas críticas de los propios ciudadanos chinos. Muchos residentes de la ciudad de Chongqing tacharon la idea de vulgar y expresaron que como todo iba a estar demasiado expuesto, se sentirán incómodos mirando cuando hay otras personas alrededor.
Tal vez algo tuvo que ver ciertas fotos que se filtraron en internet, como por ejemplo la gigantesca escultura de unas piernas de mujer sobre una base giratoria, vestida sólo con una tanga o la réplica de un conjunto de gran tamaño de los genitales.
En China nos enfrentamos a un falso puritanismo, por una parte se valora la castidad prematrimonial, la educación sexual prácticamente no existe, se prohíbe formalmente la pornografía y la prostitución y por otro lado, ambas actividades están ampliamente difundidas, pululan por todo el territorio tiendas de artículos sexuales y fábricas de artilugios que se consumen y exportan a todo el mundo.
Siendo el sexo un tema tabú en China, la gente necesita tener más acceso a dicha información, pero la existencia de un parque de estas características era difícil de encajara dadas estas condiciones sociales, políticas y educacionales.



En abril de 2007 se inauguró en Londres una especie de parque temático, mezclado con museo del sexo interactivo, que cuenta con atracciones de alta tecnología y variedad de actividades, asesorados por profesionales de la sexología.
Amora, la Academia del Sexo y las Relaciones es un lugar donde se puede asistir a una clase maestra para aprender a desnudarse, a una muestra de vídeos explícitos sobre variados aspectos del sexo oral, fisgonear escenas sexuales a través de una pared o, simplemente observar las pantallas que muestran a personas teniendo sexo en distintos tipos de escenarios.
Amora está dividida en diferentes zonas, donde se puede aprender a besar mejor, hablar de manera más sexy o descubrir las zonas más erógenas del cuerpo humano. Todo esto se realiza con la ayuda de unos modelos de silicona de tamaño real, con los que se ejemplifican variados comportamientos en la cama, y hasta muñecos diseñados para enseñar a encontrar el punto-G, explorando la anatomía sexual en modelos multimedia que responden al contacto.
Juegos interactivos ofrecen la posibilidad de escoger por medio de una pantalla táctil una posición sexual de una gran lista de opciones.
Los visitantes pueden pasar por el túnel “Amorgasm”, donde se escuchan grabaciones de sonidos reales emitidos por muchas personas durante el orgasmo y ver imágenes de distintas fases del acto sexual, con la información pertinente y datos curiosos al respecto. En el pináculo se encuentra una pantalla gigante con imágenes de rostros masculinos y femeninos en el momento del orgasmo.
Otra de las atracciones del parque temático es la amplia colección de juguetes eróticos.
Además del aspecto lúdico del sexo, se encarga también de los aspectos educativos, impartiendo salud sexual.
También nos podemos tomar cocktails afrodisíacos en el bar o comprar juguetes sexuales en la boutique del museo.
Si tenéis previsto visitar Londres, puede ser un punto a tener en cuenta al preparar el itinerario, pero por los juguetes sexuales no es necesario moverse de casa, podéis visitar el SexShop de Chica Sexy.


En la próxima entrega comentaré sobre los museos del sexo mas famosos.

martes, 11 de enero de 2011

Penes y Vaginas (II)

A pesar de que en general a todos nos gustan las imágenes al natural, algunas nos aportan un pizca de humor y nos activa la imaginación...






lunes, 10 de enero de 2011

Una mujer de ensueño

escrito por HOMBREconAGUANTE
Era un día anodino más para Juan en una cafetería más. Estaba repasando, una vez más, las tareas que le quedaban por delante cuando un extraño instinto activó su sistema de alarma. Se sentía observado y, tras echar un par de vistazos al local, los descubrió: un par de ojos verdes tenían sus pupilas fijadas en él. Desconcertado, parpadeó y apartó la mirada. Segundos después volvió a mirar de reojo aquel verdor exótico y enseguida bajó la vista al comprobar que continuaban escrutándole con descaro. Esos ojos cargados de enigmas tenían algo que le intimidaba y, a la vez, algo profundamente magnético.
Un par de minutos más tarde, Juan alzó la mirada y respiró aliviado cuando los selváticos ojos no estaban a su acecho sino dirigidos hacia la mujer con la que compartían mesa y conversación; una mujer con cierto atractivo, pero que en aquel momento no le interesaba en absoluto. Sólo entonces se paró a precisar los contornos y formas que los rodeaban: se trataba de una mujer de unos treinta años con larga y ondulada melena de ébano; con una piel tostada y unos labios apetecibles; sus facciones eran suaves; sus pechos, generosos, no eran, sin embargo, excesivamente grandes; y la parte de sus piernas que pudo observar al no estar cubiertas a su mirada por la mesa también destilaban belleza.
Sentía el deseo, incluso la necesidad, de ser nuevamente capturado por ellos; lo más parecido a un síndrome de abstinencia, extraordinario por sobrevenirle tan súbitamente. Pero ella parecía no escuchar sus plegarias internas por mucho que ganaran en fervor a cada segundo. Por fin, la mujer giró su cuello hacia él y esos ojos felinos, esa ventana abierta a un mundo desconocido, hicieron presa en los suyos. Esta vez Juan no apartó la vista pese a un par de parpadeos y unos gestos dubitativos.
La incómoda tensión que sufría se alivió casi por completo cuando ella sonrió y Juan descubrió que ya eran dos los rasgos de esa mujer que le cautivaban. Al irse acentuando su sonrisa, Juan, preguntándose el porqué de la misma volvió en sí unos segundos para darse cuenta de que, casi con toda seguridad, su cara debía de parecer la de un enajenado o, cuanto menos, la de un embobado, por lo que decidió mostrar la sonrisa más natural que pudo, pensando, no obstante, que quizá resultó peor el remedio que la enfermedad. Cuando la mujer de los ojos gatunos bajó su mirada con una risa más evidente, Juan confirmó que así era y ante lo ridículo de la situación no pudo más que aceptarlo y sonreír derrotado, pero esta vez con sinceridad.
La morena se levantó de su asiento y tras dar un par de besos de despedida a su amiga caminó con hipnótica cadencia hacia él, que se encontraba en dirección a la salida. Acelerado su pulso, esperó que ella le dirigiera alguna palabra aun sabiendo que, de no ser así, y si él no tomaba la iniciativa, podría perderla para siempre. Pero Juan estaba atenazado -quizá por los nervios, quizá embrujado por aquellos andares de felina divinidad- y no pudo articular palabra. Cuando llegando a su altura pasó de largo, suspiró resignado consciente de que un simple "hola" quizá habría bastado. Justo cuando sus ojos empezaban a ponerse llorosos, notó manar cristalina, a escasos centímetros de su oreja una voz femenina, suave y segura diciendo: -"Te espero fuera".
Podría jurar que ni un solo pelo del cuerpo de Juan permaneció sin erizar. Eran por entonces tres los rasgos a adorar de aquella desconocida. Se mantuvo unos minutos sentado, pensando cómo reaccionar, qué decirle cuando la tuviera delante en la calle, hasta que se dio cuenta de que lo único que tenía que hacer era levantarse y salir por la puerta; y, recordando que pudo haberla perdido tan sólo unos momentos antes por no soltar un sencillo "hola", soltó a media voz un "imbécil".
Al levantar su mirada comprobó que dos clientes de la cafetería se le habían quedado mirando ante tan certero análisis de sí mismo y supo de inmediato que, definitivamente, era el momento de marcharse. Por ello enfiló a la salida y ya se prestaba a abrir la puerta mientras observaba a su objeto del deseo a través del cristal de la misma cuando recordó que se marchaba sin pagar la cuenta. Suspirando profundamente y buscando sin éxito en su memoria un día en el que hubiera estado tan confuso se giró hacia el camarero, quien segundos antes y por marcharse sin pagar había empezado a mirarlo con notorio enfado. Queriendo acabar pronto con tanto despropósito y pagando con un billete de 10€ una consumición de 3'70€ dijo: - "Quédese con el cambio".
Acto seguido se dirigió decidido y rápido a la salida. Tras cruzar la puerta y encontrarse frente a la mujer ralentizó sus movimientos y entreabrió la boca para decir algo, pero ella, sonriendo divertida le espetó: -"Te marchabas sin pagar, ¿verdad?"
-"Sí", respondió tímidamente.
La mujer soltó una sonora y contagiosa carcajada que animó a Juan a reír mientras se rascaba la coronilla.
Ella le cogió de la mano y diciendo: "vamos", empezó la marcha. Abrumado ante tanta seguridad Juan preguntó sorprendido: -"¿A dónde?"
-"A mi piso".
-"¿Por qué?", volvió a preguntar con un asombro que no paraba de crecer.
-"¿Por qué no?", dijo ella. Y Juan pensó que pocas veces un argumento aparentemente tan vacío le resultó más profundo y , sobre todo, más convincente.
Mientras avanzaban, él se animó a volver a preguntar: -"Pero, ¿por qué haces esto?"
-"Vamos a ver, te imaginas lo que vamos a hacer en mi piso, ¿no?"
-"Sí", contestó titubeante tras pensarlo un par de segundos.
-"¿Te gusto?", inquirió ella. Juan respondió con un "sí" mucho más seguro en esta ocasión.
-"¿Y quieres acostarte conmigo?" insistió ella. El pobre hombre dudó nuevamente, sin saber bien por qué, pero respondió de nuevo afirmativamente.
-"Bueno -dijo ella- pues tú también me pareces mono y quiero montármelo contigo. ¿Qué problema hay?"
Juan estaba impresionado por tan aplastante lógica, inalcanzable, a su juicio, para los más afamados pensadores.
Algunos minutos y varias calles después llegaron al piso. Una vez en el dormitorio, cubierto por pósters variopintos, ella, con su habitual confianza dijo: -"Voy a aligerar tu carga", y comenzó a desvestirlo.
Ya en calzoncillos, la mujer paró unos segundos, y, mirándolos soltó un: -"Veamos qué escondes". Al bajarlos, el miembro erecto de Juan hizo su bamboleante aparición.
-"No está mal", aseguró ella, lo que supuso un inevitable y reparador alivio para él.
Entonces la mujer comenzó a desnudarse ante un inmóvil Juan. Poco a poco, la luz de la habitación iba bañando y coloreando más partes de su cuerpo bronceado. Cuanto más al desnudo iba quedando más se aceleraba el pulso de Juan, al confirmar que sus senos; sus nalgas y muslos; su vientre y espalda; en definitiva, su cuerpo entero, era digno de la pasarela más selecta.
Al terminar, ella se acercó a Juan, y, al llegar a su altura buscó sus labios con los propios en un beso de intensidad creciente mientras se fundían en un abrazo. El pene enhiesto de él se apretaba contra el pubis sin vello de ella. Las bocas se abrían y cerraban acompasadas y la lengua de un cada vez más desinhibido Juan buscaba entrar furtivamente en la boca contraria casi con tanta dedicación como la que mostraba la lengua de la morena de ojos indescifrables al buscar el interior de la boca de Juan. En ocasiones, las dos lenguas se encontraban a medio camino de esas idas y venidas, de esas entradas y salidas, e iniciaban una danza tribal, envolvente y húmeda.
continuará...
escrito por HOMBREconAGUANTE, gracias y esperamos el desenlace del relato!

viernes, 7 de enero de 2011

Un poco de humor (III)

Tres hombres están tomando algo en un bar, hablando sobre lo que habían hecho la noche anterior...
El Italiano dice: -Anoche le di masajes a mi esposa en todo el cuerpo con un aceite de oliva finísimo, luego; hicimos el amor apasionadamente y la hice gritar durante cinco minutos sin parar.
El Francés, para no ser menos, dice: -Anoche yo le di masajes a mi mujer en todo el cuerpo con un aceite perfumado de vinoterapia y luego hicimos el amor. La hice gritar durante quince minutos seguidos.
El español dice: -Eso no es nada, anoche yo le di masajes a mi esposa con una mantequilla especial, le acaricié todo el cuerpo, luego hicimos el amor y la hice gritar durante dos horas seguidas.
El Italiano y el Francés asombrados le preguntan: -¿¿Dos horas?? ¿Cómo hiciste para que gritara durante dos horas seguidas?
El español les contesta: -Me limpié las manos en las cortinas...

Jose quería desesperadamente tener sexo con Isa, una chica de su oficina que estaba buenísima, pero ni siquiera sabía que él existía y además ella estaba saliendo con alguien.
Un día Jose, en un ataque desesperado fue hacia ella y le dijo: -Te doy mil euros si me dejas hacerte el amor.
Isa lo miró y le preguntó: -¿Y tú quién te crees que eres? ¿Robert Redford en la peli “Propuesta Indecente”?
Jose respondió: -No, es que me muero por estar contigo. Mira, lo haré muy rápido, ni te darás cuenta. Te dejo el dinero en el suelo, tú te agachas y habré terminado en cuanto lo recojas.
Isa lo piensa por un momento y le dice que lo consultará con su novio.
Cuando le explica la situación, el novio le dice que acepte la propuesta, pero con tres condiciones, que Jose pague dos mil euros, que ella recoja el dinero lo más rápido que pueda y que debe llamarlo apenas finalice el negocio.
Isa se va a encontrar con Jose y el novio queda esperando la llamada. Pasan quince minutos, media hora, cuarenta y cinco minutos... Cuando ha pasado una hora no se aguanta mas, la llama y le pregunta: -¿Qué ha pasado?
Ella, con la respiración muy agitada le responde: -¡Aquí estoy todavía! ¡El cabrón me ha echado los dos mil euros en monedas de un Euro!

jueves, 6 de enero de 2011

Faldas arriba

Up-skirt = up (arriba) skirt (falda) = falda arriba
Upskirt, en la jerga norteamericana, es un término que se refiere a la fotografía de la falda, a cómo se ve desde debajo de la falda de una mujer, a las imágenes desde ese punto la vista. Se incluyen fotos de la ropa interior de una mujer, de la entrepierna, o la exposición de su sexo o de sus nalgas. Por otra parte, un “upskirt”puede ser un video, una ilustración, o simplemente un punto de vista.
Mientras que las imágenes upskirt pueden ser capturados por consenso, muchos espectadores buscan este tipo de imágenes tomadas sin el consentimiento de la chica en cuestión.
La creación y la visualización de éstas son una forma muy común de voyeurismo, con mezcla de fetichismo.
Es natural que las mujeres en general expresen cierto pudor por mostrar la ropa interior, pero para las niponas, desde la antigüedad, enseñarlas era inaceptable. Su honor y su intimidad quedaba expuesta. Para ellas era inconcebible que alguien ajeno viera su ropa interior secándose al sol en un tendedero y menos aún colocarlas en un sitio al que cualquier hombre pueda tener acceso y sucumbir a la tentación de tocar las prendas.
Esta actitud tan férrea de proteger las bragas de las miradas indiscretas originó un fetichismo: el Panchira.
Según nuestra querida Wiki, la palabra Panchira es una combinación de otras dos, una de origen inglés: panties (bragas) y chira que en japonés significa vistazo u ojeada, sería el equivalente al término en inglés “upskirt”.
El Panchira consiste en retratar a las mujeres mientras su ropa interior se encuentra al descubierto. Se le adjudica el término al vistazo accidental de la ropa interior y también circulan versiones en la red que afirman que es una expresión coloquial usada por las mujeres japonesas, para advertirse unas a otras que sus prendas íntimas están siendo visibles.
Se aplica también a echar una mirada indiscreta a las bragas de una chica que quedaron al descubierto por descuido o accidente. Tales descuidos o accidentes son algo normal, si consideramos la longitud de las minifaldas, existe un muy alto porcentaje, yo diría una probabilidad del noventa y nueve por ciento, que al agacharse o sentarse, que una suave brisa levante la falda, o que otras personas hagan algo para verle las bragas de la chica sin su consentimiento.
Los japoneses emplean una gran cantidad de esfuerzo y tiempo buscando un atisbo mínimo de tela bajo las mini minifaldas que acostumbran a usar las adolescentes.
La juventud japonesa actual, al parecer mas que en otras culturas, está impregnada de transgresión hacia el honor mítico de sus antepasados. Las colegialas utilizan los uniformes de manera provocativa, algunas ni siquiera usan ropa interior y otras hacen todo lo posible por dejar al descubierto su “intimidad”.
A mí me resulta ridículo que las chicas digan sentir tanta vergüenza por verse sorprendidas en un Panchira, ya que, en apariencia, buscan estas situaciones, las provocan o al menos no tratan de evitarlas. No entiendo porqué les resulta tan ofensivo y necesiten ser avisadas por alguna amiga.
En realidad creo que esta generación nipona tiene la necesidad de exhibirse, disfrutan inclinándose para que quienes las rodean puedan disponer de la visión de sus jóvenes culos cubiertos por bragas con volantes y que les quiten fotos, gozan con la idea de que los hombres queden ardiendo de deseo por poseerlas, o al menos, se autogratifiquen observando la imagen que han capturada “sin autorización formal”.
Cada cual con sus gustos, sus fantasías y sus fetiches, pero no deberíamos ser hipócritas, tal vez “un poquito si” se les podría perdonar a las adolescentes, por aquello de la revolución de las hormonas y por no saber con exactitud cómo canalizar la sexualidad, pero también hay que recordar que las adolescentes de ahora no son como las de antes...

martes, 4 de enero de 2011

Penes y Vaginas

Feliz año para todos!!!
Este 2011 ha comenzado un poco complicado, con cada persona que hablo, el común denominador del diálogo, ha sido lo difícil que ha resultado el cambio de calendario.
De todo corazón, espero que en el transcurso de los días llegue la calma, la paz, la ilusión y el amor que debería reinar en estas fechas.

Ayer os he dejado un relato que estoy segura que muchos seguidores habrán disfrutado, hoy comienzo con una selección de imágenes, algunas diseñadas por la naturaleza representando partes del cuerpo humano, otras creadas por el hombre con el mismo objetivo, y otras imágenes que combinan la originalidad de la naturaleza con la imaginación de los seres humanos.
Un poco de arte, un poco de humor y un poco de erotismo...












lunes, 3 de enero de 2011

Iniciación

Por Peach Skin Shoes
Desde niño me lo inculcaron, así que puedo decir que siempre fui algo maniático de la higiene. Cualquier signo exterior que revelara descuido en ese aspecto era severamente reprobado. ¿El motivo? Cualquiera valía...Desde unas uñas no suficientemente cortas hasta la raya del pelo torcida....jabón y jabón, y luego colonia...Si algo no estaba bien se daban siempre cuenta en alguno de los sucesivos controles: si no era la Nani, eran los padres, y si no los curas..."El aspecto exterior era reflejo del orden interior", nos advertían...
Con el paso del tiempo y los cambios hormonales aquel "niño bien" tuvo que aumentar esas prácticas, convertidas ya en costumbre adquirida. Un niño sucio puede oler mal. Un adolescente que abandona su cuidado puede ser tan desagradable como un adulto, de modo que la higiene se intensificó: si antes bastaba con lavarse los dientes, ahora había que emplear además un colutorio; si antes se frotaba bien con la esponja y el jabón, ahora además se terminaba la labor usando un desodorante; si antes bastaba con lavar los pies, ahora no estaba de mas usar algún producto contra la transpiración...
Limpio, limpio, todo ordenado y equilibrado....por fuera, claro.
La caldera bullía constantemente....¿caldera...?, no, olla a presión, pero con la válvula de escape rota.....las mezclas de hormonas iban desarrollando una lucha cruel entre el apetito y el deber...Muy cruel, porque por prolongada que fuera la batalla siempre vencían los malos: los inmundos demonios que poblaban nuestra mente, y vagaban por nuestro interior para terminar sus devaneos reunidos en el mismo sitio... No importaba la hora del día, si después de la extenuante clase de educación física o recién levantado de la cama un sábado...se empezaba a dilatar y a reclamar la caricia, primero suave y lenta para impulsarse tomando carrera progresiva como un saltador olímpico y terminar estallando como la botella de champán...
O sin llegar a tener roce, como ocurrió en alguna ocasión. Eyaculación porque no habría sitio para acumular más.....
"La carne es débil...", oía decir, pero yo no estaba seguro de eso...la carne era muy, muy fuerte, ojalá fuera débil y se dejara amansar....Al revés, fué asilvestrando a la mente, que comenzaba a fantasear con las historias que sobre sexo contaban los compañeros más precoces....
-"¿Sabes qué es follar....?, pues meter la polla empalmada en el coño....!!!!...y allí te corres como si te hicieras una paja...!!!!"
(Diossssss, pero qué imaginación tenían algunos...¿a quién se le ocurriría semejante cosa...?)
Un buen día unos de los curas a los que sólo veíamos con ocasión de las grandes festividades y las grandes broncas entró en la clase, ocupó el lugar del profesor, que se marchó, y nos dio una charla en la que hablaba como si fuera uno de los nuestros en medio del patio,..... pero uno de los malotes....joder, qué palabras usaba..."pajote"...."follar"....y así recibimos con 12 añitos nuestra primera clase de educación sexual...salí asustado, claro....había mucho por digerir...
(...pero entonces mis padres... también lo han hecho...)
La mente ya empezaba a acoplarse al ritmo que le demandaba la carne.....y la timidez era la barrera que impedía la alianza entre ambas. Aunque fuerte, esa barrera no terminó de impedir que las fantasías se empezaran a desarrollar...
La asistenta se acababa de echar novio. Venía de un pueblo, fuera de Barcelona, y cumpliría los 19 el mes siguiente. No era una modelo desde luego, pero rebosaba atractivo natural: era vigorosa y muy activa, siempre de buen humor, dientes perfectos, caderas bien moldeadas, pechos coronados por pezones Fontaneda, que el sujetador no podía disimular, pelo negro zaíno...unas piernas que dejaban intuir unos muslos contundentes por arriba, y en su descenso en alguna ocasión mostraron fugazmente unos pies descalzos que me inquietaron, sin saber por qué...... Verla y comienzo de erección eran respuestas simultaneas.
Así que empezó a protagonizar mis fantasías más arrogantes, en las que usaba de modo infatigable la función recién descubierta de mi pene. La besaba, lamía su sexo (-"Rodrigo me ha dicho que si a una tía le chupas el coño le sale como una baba que sabe dulce...!!!...se lo ha dicho su primo mayor, que lo ha hecho.....")...usaba la apenas estrenada utilidad de mis genitales y la dejaba satisfecha y agradecida...
Y solo fantasía, claro. Ni la visión de su desnudez, ni su tacto, ni su sabor íntimo estaban a mi alcance...Bueno, sí tenía a mi alcance una parte de ella, como pronto descubrí....y serviría de partida para mis devaneos posteriores....
Si a los animales las feromonas les pueden guiar en su comportamiento sexual, debe haber una feromona que se empeñó en convertirme en animal vinculado a esa chica....
Una tarde de verano, con la luz filtrándose por las persianas de madera mal encajadas, aburrido y salido, entré en su cuarto.... libraba ese día y estaría con el novio.... Iba decidido a indagar en su intimidad.
Con mucho cuidado abrí su armario y pude contemplar su ropa. Desdoblé su ropa interior y traté de olerla....pero la limpieza era perfecta, no había rastro de olor alguno, así que caliente y frustrado la doblé como estaba, cerrando de nuevo las puertas....rebusqué en el cesto de la ropa sucia, en busca de bragas, o sujetadores, o calcetines, pero no había nada de ella....Volví al armario y entonces me fijé en sus zapatos.
Había varios pares.
Ordenados.
No sé bien qué me llevó a coger uno de ellos y aproximármelo a la nariz, en busca de algún rastro que me permitiera evocar su desbordante sexualidad....de manera refleja aspiré concentrándome en él y .....aún perdura el olor del cuero impregnado del sudor fuerte, sin ser desagradable, que se instaló en lo más profundo de mi sistema nervioso.
El delicioso olor natural a pie, cuya imagen acudió a mi cabeza, con esos dedos proporcionados, esa planta que debía ser muy suave, los tobillos sinuosos, y ese olor...Dios mío, ese olor suave y perfectamente adictivo, no cabía imaginar un aroma mas excitante, más directamente vinculado a la erección, capaz de obnubilar el resto de los sentidos....
Sí, me masturbé en su cuarto de aseo, mientras olía una y otra vez el aroma íntimo a mi disposición...con una eyaculación que manchó la pared por encima del espejo.
Aún con la cabeza embotada, dejé el zapato en su sitio, sin rastro de haberme inmiscuido en su privacidad.
Pero ya nada volvió a ser como antes.
Unas semanas mas tarde, mis padres se habían ido a casa de unos amigos. Me quedé con ella. Solos los dos. Yo estaba a su cargo, y tenía que entretenerme, así que empezamos a jugar. No recuerdo a qué....sí que su vitalidad era contagiosa, y además sentirla cerca me excitaba y me hacía estar más agradable con ella....es decir, sin mantener la distancia habitual resultado de mi timidez...además ya llevaba unos meses en casa...
Ella llevaba unas chanclas de goma, de las de dos tiras que se sujetan entre el dedo gordo y el indice del pie, con las tiras de color azul y la planta blanca, ligeramente oscurecida por el roce de la piel....y surgió el tema de las cosquillas, que si las aguantas o no...que a ver quien resiste más....yo me metí debajo de la mesa de la cocina, y ella sentada en un taburete, con las piernas bajo la mesa...
-"¿Seguro que aguantas las cosquillas...?....vamos a verlo...."
Empecé a acariciar esos pies con el pretexto del juego, teniéndolos a escasos centímetros de mi boca....pude comprobar el calor suave de su empeine, tan suave como me lo había imaginado en mis fantasías, deslicé los dedos por los tobillos, rocé su talón, más áspero de lo que esperaba, pero sin ser calloso, le rocé una cicatriz que descubrí junto al tobillo...
-"¿Te molesta esto...?"
-"No, me lo hice con una botella que se me rompió hace ya años....ya no me duele..."
Y le retiré la chancla, dejando su pié desnudo, mientras con disimulo la olía, con el sudor reciente y suave....
Ella se dejaba hacer. Yo era solo un crío, pero sin duda la sensación que le estaba provocando era agradable. Se trataba de un inocente juego que podría practicar conmigo, ya que con su novio el juego tendría pronto otro desenlace....Pero como parecía que me daba permiso, decidí continuar....
Seguí las caricias sobre sus dedos, con las uñas cortas sin pintar, al natural, recorriéndolos por arriba primero, luego por abajo....ella empezaba a tener una risa nerviosa, metida por completo en el juego inocente, y pendiente de aguantar las cosquillas más que de otra cosa, pues al fin y al cabo era de lo que se trataba. Para ella, claro.
Mi erección era total, intensa, con la fijación en esos atractivos deditos cuya piel había recorrido casi toda....faltaba el espacio entre dedo y dedo, así que los fui separando uno por uno y rozando con mis dedos esa porción de piel de textura indefinible, donde se concentraba la mayor sensibilidad, y ella casi no se pudo aguantar, de modo que hizo ademán de retirar el pié, pero lo retuve mientras cesaba en esa caricia...
Sin decir nada lo retuve junto a mi cara.
Junto a mi boca.
Ella lo dejó ahí. Y sin pedirle permiso, sin poder evitarlo, empecé a besarle suavemente los dedos del pie....Estaba metido en medio de mi sueño, realizando la función primitiva de chupar el objeto de deseo, que tenía allí a mi disposición, y me apliqué a la tarea de disfrutar del placer sin importarme ya el juego....me apetecía chuparle los pies, probar su sabor absolutamente excitante, lamía la planta para que el sabor del sudor impregnado pasara a mi paladar, y lo mismo con cada uno de los dedos....
Claro que le resultaba agradable....se descalzó el otro pié y lo dejó a mi disposición...traté de chupar los dos dedos gordos al tiempo, metiéndomelos en la boca, pero no me cupieron, de modo que volví a lamer el pié recién descalzado, oliéndolo y chupando ese sabor de sudor suave, levemente salado, metiendo la lengua en los espacios interdigitales y alternando con lametones de la planta suave...
Tuve un intensísimo orgasmo.
Sin tocarme.
Ella se debió dar cuenta... así que se acabó el juego, se calzó las chanclas y se fue al baño...Con los años, comprendí por qué...
Un relato de Peach Skin Shoes, gracias!