Efectos de un relato erótico

Hola a todos, no se si habréis notado que en los últimos días no estoy siendo muy regular con las publicaciones y pido disculpas a todos mis seguidores.

Supongo que lo comprenderán, sobre todo si han leído lo que me escribió un incondicional, Danny, como comentario a la entrega número IX de “Sexo en el Caribe”.

La consecuencia de dicho comentarios fue el inicio de una ciberelación, muy intensa y de la que ha surgido una complementariedad increíble, llegando a la propuesta de colaborar en el blog. Hemos creado un juego, en el que uno de nosotros comienza un relato erótico y el otro lo continua.

Pronto comenzaré a publicar dichos relatos, pero continuaré escribiendo mis historias de Sexo en el Caribe y “Sexo en ...”, basados en experiencias durante mis viajes de vacaciones por el mundo y seguiré con los artículos de interés sexual.

Tampoco pierdo las esperanzas de recibir vuestros aportes, o que me propongáis temas a tratar, curiosidades que queréis que investigue...

Para quienes no leyeron a Danny, aquí os lo dejo:

“Efectos de un relato erótico tuyo...

Empiezo por buscar entre tus escritos,
curiosidad por encontrar letras calientes que te identifiquen.
Letras de pasión, de lujuria, de sexo...
Las consigo con facilidad.
Con la misma facilidad en que me puedo trasportar.
Con la que me puedo imaginar en esos escenarios.
Con la facilidad en que soy otra persona,
la otra persona, la que esta plasmada en tus escritos.
La que recibe, la que da, la que disfruta,
la que goza hasta acabar.
Continúo mi lectura entre pensamientos.
Entre imágenes quizás nunca consideradas.
Nunca vividas, pero disfrutadas en mi mente.
A través de las líneas, mi cuerpo habla,
mi sangre fluye con más rapidez,
mi corazón late con más fuerza,
mi respiración se hace más corta y más rápida,
mi sexo comienza a levantar.
En ocasiones la excitación esta fuerte,
Cuando siento que me nombras y evocas con tus letras,
que tras la erección llega a mojar mi ropa interior,
esa sustancia viscosa que desearía mezclar con la tuya,
y saborear ambas en tu presencia.
Pero sigo palpitando,
esperando a desear el poder entrar en contacto contigo.
El poder recibir de verdad.
Pero me tengo que conformar con imaginar,
con esperar a la oscuridad para tocar,
con esperar a mi soledad para evocarte en silencio.
Sigo leyendo, siguen creciendo mis ganas,
siguen las líneas, sigue la erección,
tan grande, gruesa y erecta,
donde siento un calor a punto de estallar.
Quiero continuar, sin despertar.
Imaginar, sin parar.
Desear sentir más allá.
Lástima que es otra mi realidad.
Mientras tanto en silencio te seguiré deseando,
porque en tu presencia me alejo.
Perdoname por decírtelo hoy,
pero tenía que decirlo, debía decirlo.
A un radar confundiría con tanto cambio.
En cambio esperame en la misma puerta
donde dices que te deje.
Ahí te recogeré.
Entretanto solo quería que supieras esto.

Te quiere tu incondicional, Danny”.