Parafilias II

Hace algún tiempo me embarqué en la tarea de hablarles sobre las principales Parafilias y supongo que alguno de los seguidores del blog habrá notado que, del listado que tenía previsto, me he saltado la Pedofilia y pasé a hablar de la siguiente, Frotteurismo.

Creo que todos sabemos exactamente que es la Pedofilia y que no es necesario que me extienda. Solo diré que es la presencia de fantasías o conductas que implican actividad sexual entre un adulto y un niño menor de trece años.

De todas las parafilias que existen, la Pedofilia no tiene ninguna justificación y tiene mi total condena.

De todas las conductas que practica un parafílico, que implica a otro ser que no está de acuerdo en las mismas, la pedofilia es la mas cruel, el objeto de deseo es una verdadera víctima que no puede defenderse y muchas veces no puede hacer oír su verdad.

Los adultos podemos defendernos de un exhibicionista, de un voyeur, de un sádico, de un frotterista... pero un niño ¿cómo se defiende? Es tarea de todos.

Los adultos tenemos la capacidad de elegir que hacer con nuestras vidas, podemos hacer lo que queramos hacer, siempre y cuando respetemos a los demás seres vivos, pero el hecho de involucrar a inocentes que no tienen la capacidad de discernir, hace que un pedófilo no merezca compasión de ningún tipo y si toda clase de castigos.

Para dar por terminado el tema de las parafilias, hago algunas reflexiones en general, basándome en todo lo que he leído del tema.

Toda parafilia pone en riesgo tres puntos importantes de la vida:

-La vida social, por la transgresión de la ley en sus actos y sus acciones. Una sociedad necesita un mínimo de normas para funcionar y una muy importante es el respeto, al individuo y al grupo, nos necesitamos, somos seres gregarios, no podemos vivir solos o asilados, hay que mantener las reglas para la convivencia pacífica.

-La vida religiosa: todos creemos en algo, aunque nuestra creencia sea que no creemos en nada, aún así tenemos nuestras concepciones del bien y del mal, de lo que debemos o no hacer a nuestros semejantes, si no lo queréis llamar religiosa, llamadla vida espiritual. Debemos cuidar de nuestro cuerpo y de nuestro alma, buscar placer sin herir sentimientos.

-Desde el punto de vista médico, por las enfermedades que puedan causar, en el cuerpo y en la mente, en quienes tienen formas diferentes a las habituales de buscar placer sexual y en las personas que involucran en dichas prácticas.

Disfrutad del sexo, pero respetad la vida.