De sexo se habla y se escribe mucho, mas de lo que se practica.
Esto no es una guía para practicar mas, pero puede ser que mis experiencias
te hagan sonreír, sonrojar o te ayuden a conocer mas sobre el tema, buscarle
nuevos puntos de vista, o aprender juntos sobre sexo, erotismo y placer.

viernes, 6 de agosto de 2010

Exhibicionismo sexual


Exhibicionismo sexual: exposición en público, deliberada y compulsiva de los propios genitales a una persona extraña, a la cual se toma desprevenida, con el fin de sorprenderla y atemorizarla, sin tener intenciones de llegar al acto sexual con ella, no lo hace buscando contacto íntimo. Si logra causar sorpresa, pánico o miedo, puede llegar al orgasmo.
El exhibicionista se excita sexualmente y puede llegar a masturbarse ante la mirada sorprendida o asustada de las personas ante las que realiza su acto, o posteriormente cuando lo recuerda o imagina. Es una de las llamadas parafilias por el hecho de que la imaginación o los actos inusuales o extravagantes son necesarios para conseguir la excitación sexual.
La excitación es causada por el asombro o el miedo que produce, no se trata sólo de mostrar los genitales sino que también debe existir la reacción de temor o sorpresa en la persona que los ve, lo que le excita es la reacción de su presa. Las víctimas favoritas de este tipo de exhibicionista son los niños o las mujeres jóvenes, más factibles de sentir temor o sorpresa frente a la genitalidad masculina.
La persona que realiza actos de exhibicionismo, puede ser común y corriente en otros aspectos de su vida, mostrar una inteligencia y un nivel sociocultural también normal, e incluso tener largos períodos de inactividad. Si logra llevar una vida sexualmente activa y satisfactoria, posiblemente no tenga episodios, pero cuando no se sienta bien emocionalmente, en tiempos difíciles, problemáticos o estresantes retomará esa conducta compulsiva como vía de escape, dejando de lado el comportamiento exhibicionista una vez que sus problemas se han solucionado.
La personalidad del exhibicionista es la de una persona tímida, retraída y dependiente, con dificultades en las habilidades sexuales y que no les es fácil relacionarse con mujeres, sumiso, carece de agresividad normal y posee sentimientos de incapacidad o inseguridad. Dicha conducta puede darse en hombres mayores, solitarios, sin pareja o abandonados por éstas a causa de problemas de impotencia.
Esta parafilia la padecen incluso hombres casados, que mantienen relaciones sexuales y de pareja conflictivas, posiblemente su propia pareja le cree dudas y temores sobre su masculinidad. Si en el momento de realizar la exhibición, la víctima demuestra sorpresa, logrará tranquilizar al sujeto, pues le da a entender que la presencia de su pene, puesta en duda por temores de castración, está ahí, tangible, para dominar a las mujeres. Por el contrario, la reacción que más detestan es la de burla o indiferencia.
No suelen ser individuos peligrosos, ni intentan abusar de sus víctimas, la mayoría reaccionan de forma insegura y se dan a la fuga si son enfrentados. Su deseo radica en sorprender a la víctima, provocando en ella reacciones de miedo, asco o curiosidad.
No se puede considerar exhibicionismo que un hombre exponga los genitales ante su pareja, es una situación normal que forma parte de los juegos eróticos, para un exhibicionista el placer está en que la otra parte no lo espere ni lo quiera.
La exposición en público de los genitales a los extraños es más frecuente en hombres, ya que las mujeres encuentran otras formas de exhibicionismo, socialmente permitidas, como en el caso de los desnudos en revistas o en televisión.
Además, las mujeres obtienen más placer al exhibir otras partes de su cuerpo, sabiendo que son observadas y espiadas, resulta estimulante para algunas sentir que otro se excita con la visión de la propia intimidad.
Por esa razón, se desvisten frente a una ventana con la cortina mal cerrada o que han dejado ex profeso entreabierta. Con movimientos lentos y premeditados, llevan a cabo un show erótico para un público invisible. Saben que del otro lado, fuera del refugio de su casa, alguien puede estar observándola y eso le produce placer, incluso prolongue la escena más de la cuenta aplicándose cremas y dándose masajes.
Este tipo de acto de exhibicionismo sexual femenino es voluntariamente compartido por otro sujeto que activa o pasivamente acepta el juego. No hay un sometimiento involuntario del que observa la escena, forma parte de un juego de seducción particular, en la que ambas partes aceptan los códigos. Disfruta con ser observada y con saber que el espectador también siente placer. La satisfacción sexual se alcanza por medio de la masturbación posterior a la exhibición.

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