Sadismo y Masoquismo

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El sadismo y el masoquismo se analizan en conjunto, como la tendencia a causar dolor al objeto sexual o a ser maltratado por él. Son dos formas expresivas del mismo fin, placer por el dolor, en forma activa (sadismo) o en forma pasiva (masoquismo). El dolor es el fin en sí mismo, tanto emitirlo como recibirlo.

Tal conducta tiene como requisito que el dolor recibido sea planeado para obtener placer, en una representación de un acto teatral en el que uno lastima y el otro es lastimado pero bajo el consentimiento de ambos, pues de lo contrario estaríamos frente a una violación.

Es un ritual muy elaborado y preparado con anticipación hasta el más mínimo detalle. Un factor preponderante es el suspenso, sobre todo en el masoquista, pues la incertidumbre de "no saber qué le van a hacer", lo estimula

La práctica sadomasoquista engloba muchos escenarios, que tienen en común el disfrute mutuo entre adultos, implica un juego de roles de dominación y sumisión, ataduras físicas y psíquicas, y el llamado dolor erótico o placentero. El único requisito es que no ocurra nada que no se haya acordado de antemano y que no salga nadie herido a menos que deseen ser marcados.

El sadismo es un método para obtener la excitación y el placer sexual sometiendo e infligiendo dolor físico o sufrimiento psicológico a la pareja, incluyendo la humillación. El sádico es capaz de gozar cuando puede hacer a otro lo que teme que le hagan a él, disfruta torturando, maniatando, golpeando, cortando...

El sadismo toma su nombre del Marqués de Sade, un francés de vida licenciosa que comete una serie de escándalos, los primeros registrados en 1768, cuando su criado contrata a una prostituta, llevándola ante su amo para que éste la ate de las manos y la azote. La mujer logró escapar por una ventana y lo denunció a la policía. En 1772 ocurrió otro escándalo, cuando el marqués comete actos similares con otras prostitutas, a las que además drogó, siendo encarcelado durante 13 años en prisiones y manicomios y donde se dedicó a escribir sus fantasías como contestación a las cartas de amor que su esposa le mandaba.

El masoquismo se define como la obtención de placer sexual al ser dañado físicamente, amenazado o sometido a distintos tipos de abusos, gozar sexualmente al ser golpeado, atado o víctima de cualquier otra forma de sufrimiento o humillación.

El masoquista paga por adelantado, hasta que no haya experimentado el suficiente castigo, humillación y dolor no se sentirá con el derecho de obtener el anhelado placer.

El sadomasoquismo es reconocido como parafilia, porque requiere de fantasías o estímulos específicos para lograr excitarse y llegar al orgasmo, lo que en el sadomasoquismo significan todos los instrumentos de tortura que se emplean para ello, desde cadenas, látigos, vibradores vaginales o anales, pinzas para los pezones, cinturones de castidad con puntas metálicas y argollas para el cuello o los órganos genitales, entre muchos otros.

En muchos de estos actos, el sádico tapa los ojos al masoquista para que la tensión sea mayor, producir miedo y con él la segregación de adrenalina, lo que hace aun más excitante el momento. Los castigos pueden apuntar a la violencia, pero en algunos casos la creatividad del agresor se basa en un juego amoroso que no deja de ser sorpresivo en quien juega el papel de víctima, dando un giro tan insospechado como satisfactorio.

Los involucrados deben dejar claro, antes de iniciar cualquier tipo de práctica, cuales serán las normas, establecer límites, porque lo que para uno puede ser un dolor insignificante, para otro puede ser una auténtica tortura. Como en todo tipo de relaciones, la clave del éxito está en el diálogo, hablar sobre los gustos de cada uno de los participantes y tener previstas palabras claves o señas para detener el acto y evitar excesos.

El sadomasoquismo, es compatible con una relación de pareja estable, y depende de cada persona hasta donde se llegue, en su práctica individual o en grupos.

El masoquismo sexual se nutre de la necesidad de ser humillado, golpeado o sometido de otro modo por una pareja agresiva, la mayoría de las veces sádica, que busca a través de estas prácticas excitarse sexualmente. Lo habitual es elegir como pareja sexual a personas masoquistas que consienten sus necesidades sádicas.

El sádico somete y el masoquista es sometido.

Una cierta cantidad de sadismo y de masoquismo actúa en muchas relaciones sexuales, por ejemplo, el uso de los pañuelos de seda para el bondage simulado y el azote suave durante actividad sexual son prácticas comunes y consentidas y no se consideran sadomasoquistas, en los momentos de mayor excitación o como parte del juego sexual, a veces puede ocurrir algún que otro pellizco, una suave mordida a modo de caricia, o alguna que otra palabra fuerte, estas actitudes no te convierten en un sádico, siempre y cuando no afecten la integridad física o emocional de la otra persona..

Existen distintos grados de sadismo, algunos se conformarán sólo con morder, torturar, maniatar y golpear a sus víctimas, mientras que en casos más extremos, puede desencadenar en la provocación de heridas de gravedad.

Las variedades del sadomasoquismo cubren una amplia gama de posibilidades: sujeción con todo tipo de ligaduras, golpes o latigazos, semiestrangulación, pisoteo del cuerpo, tratamiento traumático de los genitales mediante pinzas o tenazas, empleo forzado de consoladores de tamaño excesivo o con superficie erizada de púas, entre muchos otros.

Los secretos del sadomasoquismo.

Pat Califia, una activista lesbiana luego devenida en transgénero, máximo exponente norteamericano del sadomasquismo, define la práctica como cualquier actividad sexual de disfrute entre adultos que implique un juego de roles de dominación y sumisión, ataduras físicas o dolor erótico (placentero).

Puntualiza que los sadomasoquistas pueden establecer relaciones con ambos géneros, ya que lo importante es el guión representado. El sexo implica; adoptar roles de fantasía, producir tensión o dolor eróticos, crear intercambios consensuados de poderes entre los participantes y capacidad para erotizar el dolor.

Ejemplos de sadomasoquismo

Juegos de roles de sumisión - dominación: el profesor y la alumna, el policía de tránsito y el conductor distraído, la monja y la madre superiora...

Juegos de Sadismo – Masoquismo: explorar los límites físicos y de tolerancia al dolor de uno de los interesados mediante prácticas de esfuerzo; lagartijas, abdominales, cosquillas, presión; colocar pinzas o apretar de diversas formas partes del cuerpo, temperatura; frotar con hielo, salpicar con cera caliente o vela derretida, fricción; lijas, limas, cepillos de cerdas duras, rasguños y flagelación; fustas, varas, látigos, manos.

Bondage. Uno de los integrantes de la pareja o grupo es inmovilizado, mediante esposas o grilletes, atado con sogas, cuerdas, bufandas y en algunos casos, suspendido con arneses o poleas y privado sensorialmente, por ejemplo vendado o amordazado. 
Os dejo un enlace a un album con Imágenes de Sadomasoquismo (pinchar en Sadomaso)

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