De sexo se habla y se escribe mucho, mas de lo que se practica.
Esto no es una guía para practicar mas, pero puede ser que mis experiencias
te hagan sonreír, sonrojar o te ayuden a conocer mas sobre el tema, buscarle
nuevos puntos de vista, o aprender juntos sobre sexo, erotismo y placer.

jueves, 12 de agosto de 2010

Fetichismo


Por lo general estamos acostumbrados a que la excitación sexual provenga del cuerpo humano, que nuestras hormonas pongan en funcionamiento los mecanismos al percibir el olor, el sabor, el roce del cuerpo de otra persona, pero hay quienes sustituyen esto por objetos, o por algunas partes del cuerpo, para provocarse placer.
El fetichismo es un comportamiento sexual basado en un objeto, que se denomina fetiche, en el que se concentra todo su erotismo.
Se define como una fantasía sexual que adquiere su significado cuando se toma un elemento para reemplazar al ser humano y transformarlo en un objeto de deseo, usando partes del cuerpo u objetos en sustitución de los genitales de la pareja.
Les excita la utilización de manos, pies, senos, nalgas, piernas... de otras personas; o prendas de vestir siempre y cuando hayan sido parte de la indumentaria de un ser deseado.
El fetichismo (del Latin, facticius, artificial) consiste en la excitación erótica y la culminación del placer a través de un talismán u objeto fetiche, a partir de objetos inanimados, tangibles y manejables. La dependencia a cualquier objeto de la pareja, produce la excitación y conduce al orgasmo, que puede ser espontáneo, al ponerse en contacto con el fetiche, por la masturbación o la cópula en presencia del fetiche.
Durante la conducta sexual solitaria, el fetiche se lleva puesto, se huele o se frota contra los genitales, los objetos de su deseo los quiere poseer con los cinco sentidos, no sólo viéndolos, sino también tocándolos, acariciándose con ellos, oliéndolos y hasta metiéndoselos en la boca.
¿Quién no ha olido nunca la prenda de un amante que aún conserva el olor? Para cualquiera pueden resultar excitante, porque proyectan una imagen mental del cuerpo de la persona que la ha usado, pero para el fetichista el objeto es realmente mucho más excitante que la persona en sí.
Nuestra cultura parcializa el cuerpo femenino, confundiendo la parte con el todo, contribuyendo a que consideremos que la mujer que tiene mejor trasero será más ardiente o la que tiene grandes pechos deparará mayor felicidad en la cama.
Por naturaleza, algo de fetichistas tienen todos los hombres, disfrutar de ciertas cosas que les produce excitación es normal, mientras sea parte del juego erótico y no sea un condicionante a la hora de las relaciones sexuales. A la mayoría les gusta que las mujeres usen botas de cuero o zapatos con taco aguja, portaligas o corpiño, a todos estos objetos les atribuyen la posibilidad del placer.
Hay quienes utilizan diferentes ayudas para excitarse o encuentran algunas partes del cuerpo más excitantes que otras. Esto no significa que su conducta sea de tipo fetichista. Los verdaderos fetichistas dependen del objeto o parte corporal para alcanzar el placer.
Los fetichistas pueden tomar una prenda de su pareja para masturbarse, no porque represente a su pareja, sino por el olor de la prenda o por su textura, la cual les despierta un erotismo único. Durante la masturbación el objeto fetiche es requerido para la activación sexual, logar la excitación y alcanzar el orgasmo.
Muchas veces busca una pareja con una característica determinada para satisfacerse, por ejemplo que sea excesivamente gorda o con rasgos masculinos (o femeninos, según la preferencia sexual), o la hace vestir con prendas especialmente seleccionadas. De no ser así, no logra satisfacerse ni llegar al orgasmo, y esto es lo que le da un rasgo esencial al fetichismo: la necesidad imprescindible de ese rasgo u objeto, llevado al punto de una obsesión, para la meta sexual. A diferencia de ser simples objetos de deseo, el fetichismo como parafilia impide al individuo un disfrute del sexo en ausencia del fetiche.
No hay que confundir la preferencia por un juguete sexual con un acto fetichista. Si el objeto preferido falla se puede continuar la relación sexual, en el caso del fetichismo, si el fetiche falta, la excitación sexual no se produce. Mientras el objeto se utiliza como complementario a la relación, puede jugar un papel importante y la enriquecerá; pero si el fetiche es el único medio para lograr la satisfacción sexual estamos ante una parafilia.
Se incluye dentro de las actividades parafiliacas, (conducta sexual en la que se llega al orgasmo no por medio del coito, sino por otra actividad distinta). Para que encuadre en esta categoría, la persona sólo logrará excitarse en presencia de un objeto determinado, el fetiche es una condición indispensable para el sexo, necesita exclusivamente de un objeto para gozar, a veces acompañado por una mujer y otras a solas con prácticas masturbatorias.
Esta conducta puede tener su origen en un condicionamiento en el momento de comenzar a descubrir el sexo, ciertas experiencias pueden crean una relación entre un objeto cualquiera y el placer sexual, y según las circunstancias en que se desarrolle le llevará a asociar el placer sexual con esos objetos o características de la fisionomía humana.
Los fetiches sexuales pueden ser:
Objetos: prendas de látex, cuero, pelucas, guantes, pañuelos, lencería, ropa íntima de mujer; corpiños, bragas, sujetadores, medias y ligas, zapatos de tacones altos y finos, botas, uniformes, esposas de policía...
Relativos al cuerpo humano: los pies, las manos, la cabeza calva, los senos femeninos muy grandes o muy pequeños, el vello corporal tanto en exceso como que no exista, un tipo determinado de ojos, de color de pelo...
El fetichismo es una conducta sexual frecuente en los hombres y extraña en las mujeres.
En todas las artes encontramos referencias fetichistas, muchos artistas tienen su “mujer fetiche”, una modelo o actriz especial que siempre los acompaña.

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